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La primera versión de esa obra jesuítica fue concluida en 1746, dedicada a San Francisco Xavier. En el siglo XVIII fue construida en casi su totalidad. Con la expulsión de los jesuitas, el templo se llamó Iglesia de Santo Alejandro.

Construida en el siglo XVII, la Iglesia de Santo Alejandro ya formó parte de un convento jesuíta, y actualmente alberga el Museo de Arte Sacra del Pará, cuenta con un acervo de 320 piezas sacras, de las cuales 253 en exposición, provenientes de las colecciones de la propia Iglesia y del Arzobispado, así como de la colección de Abelardo Santos, compuesta de 200 piezas adquiridas para integrar el conjunto.

Integra el complejo Feliz Lusitania, un conjunto de construcciones históricas que forman parte del marco de la fundación de Belém.

En su área termal, el local presenta también la Galería Fidanza, un café y la boutique Empório das Artes. En el primer piso están ubicadas las salas y corredores donde se encuentran depositadas obras sacras bidimensionales y tridimensionales, mientras que el segundo piso se destina al Auditorio, a la Biblioteca, al Laboratorio de Restauración ya la Reserva Técnica. La administración del espacio se encuentra en el ático.

Es importante destacar que la Inghería de Santo Alejandro no perdió su función religiosa, al contrario: ganó amplitud de uso pues, actualmente, en su interior, se presentan conciertos, lanzamientos de libros, etc.

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